El marketing 2.0 no deja de evolucionar. Antiguamente se creía que con tener una buena web, una bonita presentación de productos y unos precios adecuados, era suficiente para vender. Pero los tiempos han cambiado y las empresas y los marketers han buscado nuevas opciones de éxito. Esto ha llevado a diferenciar una serie de historias que son fundamentales tener en nuestra página web, tienda online o cualquiera que sea el soporte online con el cual trabajamos. En total son 3 las historias que tenéis que aseguraros de contar.
1. La historia de tu empresa
No dudes de la importancia de la historia de tu empresa, por mucho que sea la más absurda o la más extraña con la que puedas encontrarte. Los clientes quieren saber de dónde procede tu negocio y cómo ha sido que ha llegado a estar donde está. Seguro que recuerdas que entre las cosas a las que se hace referencia sobre la historia de Microsoft y Apple es a sus modestos inicios. Haz lo mismo. Habla y cuenta tu historia y la manera en la que comenzaste a trabajar hasta alcanzar el éxito. Eso servirá de inspiración y acercará tu negocio a los clientes.
2. La historia de tus clientes
Hay dos formas de hablar de la historia de nuestros clientes en la web. La primera es con testimonios. Esos típicos testimonios en los que un cliente dice lo contento que ha quedado con el servicio que le hemos dado. Eso es bueno que lo hagamos, pero solo si los testimonios son reales, porque ya sabemos que la mitad de las veces los que se publican en las webs son falsos. La segunda forma es contando historias de nuestra propia mano. En ellas narramos lo que nos pidió el cliente, lo que hicimos por él y cuál fue el desenlace de la historia. Siempre de forma natural y sin inventarnos nada, para crear una mayor confianza entre los posibles clientes futuros.
3. Tu historia más personal
Todos tenemos alguna historia que cautiva y que inspira. Una historia de superación y de éxito que tenga dosis de adversidad por el camino. Por ejemplo, la típica historia de alguien que cuando estaba en la ruina utilizó el último euro que le quedaba para dar inicio a un plan que le acabó llevando a obtener el mayor éxito posible. Son historias que convencen, que pueden servir como modelo para otras personas y que nos aportan incluso más humanidad. Si has sobrevivido a una enfermedad o un accidente también puede ser un buen punto de partida. No hablamos de manipular la verdad, sino de aprovecharnos de ella.
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